Alicia
En 2001, cuando tenía 23 años, Alicia recibió una llamada muy especial: el Registro de Donantes de Médula Ósea, de la Fundación Josep Carreras, se ponía en contacto con ella porque un paciente con leucemia necesitaba su médula. Ella resume su experiencia así:
"Animo a todas las personas a ser donantes de médula ósea porque un par de días en el hospital no son nada a cambio de intentar salvar la vida de otra persona"