Carlos Pastor
La vida te da sorpresas y oportunidades, pero rara vez te da la oportunidad de que, con un poco de tu tiempo, puedas dar esperanza de vivir a otra persona. Es por eso que, después de tantos años en la lista de donantes, al recibir la llamada de la Fundación Josep Carreras este verano, no podía creer que se me brindase esta oportunidad.
Mi donación ha sido mediante punciones en las crestas ilíacas y mucha gente me ha dicho que es un acto de generosidad muy grande, ante estos comentarios siempre hago dos apreciaciones. La primera es que siempre que se da algo de forma voluntaria se recibe muuucho más de lo que das. Y la segunda es que la pereza es un mal muy grande. A todos los que les he preguntado ¿Harías tú lo mismo si te llaman y te dicen que tú eres una de las muy pocas personas que pueden ayudar a vivir a otra que está sufriendo? La respuesta siempre ha sido: "sí, creo que sí lo haría...", y yo les digo: "¡Pues hazte donante!".
Gracias a todas las personas, de la Fundación Josep Carreras y del Hospital Gregorio Marañón que me han informado, atendido, ayudado,... Gracias a mis familiares y amigos que me han apoyado una vez más de forma incondicional. Y por último mucho ánimo a todas las personas que necesitan un trasplante de médula.