Homenaje a Kimi
Leucemia linfoblástica aguda. Son palabras muy duras y sobretodo cuando se trata de niños. Éste tipo de leucemia es el más habitual de los cánceres pediátricos y representa alrededor del 30% de éstos.
El Dr. Luis Madero, Jefe de la Unidad de Onco-hematología pediátrica del Hospital Niño Jesús de Madrid explica: "El tratamiento de esta enfermedad es uno de los hechos más relevantes de la oncología moderna, pues en poco más de 50 años, ha pasado de ser una enfermedad invariablemente mortal, a tener una tasa de curación del 80%. La aparición de los modernos protocolos terapéuticos con ajuste de medicación, la detección sistemática de la enfermedad mínima residual en unos determinados puntos de corte y la utilización del trasplante alogénico de progenitores hematopoyéticos en algunos casos han sido la clave para alcanzar estas cifras de supervivencia en los niños afectos de esta enfermedad".
El Dr. Luis Madero, Jefe de la Unidad de Onco-hematología del Hospital Niño Jesús de Madrid
Asimismo, el Prof. Günter Henze, miembro del Comité Científico de la Fundación Josep Carreras en Alemania y hematólogo de la Clínica Virchow de la Charité de Berlín, comenta: "a pesar de tan alto porcentaje de curación, hoy en día muchos niños y jóvenes siguen sufriendo recaídas cada año. Con métodos de reconocimiento específicos muy concretos intentamos identificar lo antes posible el grado de riesgo de una recaída de cada niño, para ajustar así el tipo de tratamiento a cada caso. Actualmente sabemos que la quimioterapia es suficiente en pacientes con una baja probabilidad de recaída, de modo que es posible evitar el riesgo y la agresividad de un trasplante de médula ósea".
El Prof. Henze, miembro del Comité Científico de la Fundación Josep Carreras en Alemania y hematólogo de la Clínica infantil Virchow de la Charité de Berlín
Como comentan el Dr. Madero y el Dr. Henze, la investigación científica es el motivo de los numerosos avances conseguidos en ésta y otras hemopatías malignas. Por este motivo, la Fundación Josep Carreras considera prioritario continuar investigando y, por ello, ha creado un Instituto de investigación exclusivamente focalizado en las hemopatías malignas ubicado en España y con proyección internacional. Las leucemias agudas, entre otras, representa una de las líneas de investigación que se trabajarán desde el Instituto.
Creemos que la investigación es la respuesta para conseguir que los pacientes, adultos y niños, puedan superar la enfermedad. Como, por ejemplo, Kimi, una paciente alemana a la que diagnosticaron una leucemia linfoblástica aguda con sólo 13 años y que no conseguió superar la enfermedad.
Kimi
"Hola, soy Kimi, tengo trece años y me han diagnosticado una leucemia." Con estas palabras empezaba a contar Kimi la historia de su enfermedad. Una enfermedad que llegó sin avisar y que puso en peligro su vida siendo tan joven.
Cuando Kimi se resfrió durante el invierno de 2009 nada apuntaba a que ocurriese algo grave. "Un catarro en esta época del año es lo más normal en los niños", pensaron sus padres. Pero días después de desaparecer la infección, Kimi seguía encontrándose cansada, agotada, casi no tenía apetito y estaba muy pálida. Muy preocupado, su padre la llevó al pediatra. El análisis de sangre que le hicieron dio unos resultados alarmantes y trasladaron a Kimi inmediatamente a la Clínica infantil de Constanza (Alemania) para hacerle una punción de médula ósea. El terrible diagnóstico no tardó en llegar: leucemia linfoblástica aguda.
"El día que entró un médico en la habitación y dijo que tenía leucemia a mi y a mis padres se nos cayó el alma al suelo. Fue tan horrible. Dos días después me llevaron en ambulancia a la Clínica de Tubinga".
Siguieron meses muy duros ya que Kimi también tuvo que soportar tener a sus amigos a más de 150 kilómetros de distancia de su casa. Durante las semanas de quimioterapia sufrió fuertes efectos secundarios y vómitos constantes, y perdió más de catorce kilos en poco tiempo. A los pocos días de empezar el tratamiento también perdió su larga cabellera negra.
Kimi, en el hospital
Cuando por fin terminó con las agresivas sesiones de quimioterapia y pensaba que había pasado lo peor, Kimi y su familia recibieron de pronto un nuevo golpe: a finales de marzo, como consecuencia de los fuertes medicamentos, Kimi sufrió un ataque de apoplejía acompañado de un peligroso derrame cerebral. Durante varios días que parecían una eternidad, padres y médicos lucharon por la vida de Kimi, que volvió a enfrentarse a este grave contratiempo con una fuerza increíble. Poco a poco, luchó por aferrarse a la vida.
A finales de mayo llegó el momento: Kimi podía abandonar la unidad de oncología infantil de la Clínica Universitaria de Tubinga y seguir el tratamiento de forma ambulatoria en su ciudad.
"Disfruto de cada día que paso en libertad sin infusiones ni hospitales. Le doy las gracias a todos los médicos que se esforzaron tanto por curarme. Y agradezco al Señor Carreras su trabajo en la Fundación, que nos da a niños enfermos de leucemia como yo nuevas esperanzas", decía Kimi.
Josep Carreras, presentando la historia de Kimi durante la última Gala José Carreras en Alemania, en 2010
Desgraciadamente, Kimi no superó la enfermedad aunque luchó como una campeona.