Hola, mi nombre es Luis Montemayor Torres. Hoy hace ya poco más de un año de aquel domingo en el que desperté con un terrible dolor de cabeza pensando que no pasaría de una consulta de emergencia. Con una inyección de algo y listo estaría en casa, pero no fue así pues, justo cuando me iban a dar de alta, el médico me llamo y me dijo que había algo mal y comenzó con las preguntas que imagino que ya muchos pacientes conocen: ¿Te has sentido muy agotado últimamente?  ¿Has estado sudando mucho? Efectivamente, tenía la mayoría de los síntomas. Fue entonces que el medico me dijo que no era seguro pero que era muy probable que padeciera leucemia y que tendría que quedarme internado por unos días, que se convirtieron en un mes.

Fue la peor noticia de mi vida pues, efectivamente, padecía Leucemia Mieloide Crónica, no sabía nada de la enfermedad y mil cosas pasaban por mi mente, principalmente, si dejaría a mi esposa y a mis hijos solos. La tristeza me destruía poco a poco y también a mi familia. Rápidamente comencé mi tratamiento con Hidroxiurea y Alopurinol para bajar el exceso de leucocitos que tenía y, dos meses después, ya estaba comenzando con Imatinib. A día de hoy ya llevo casi 11 meses tomándolo y estoy en remisión, llevo una vida normal a excepción de esos días en que despierto muy agotado o cuando las pastillas me hacen sentir algún mareo pero, fuera de eso, todo es completamente normal. Me considero un hombre muy afortunado pues, a un año de mi diagnóstico, me encuentro de maravilla pero más aún por tener a mi esposa y a mis hijos que tanto amo y por supuesto a todos mis amigos y a aquellas personas que me incluyeron en sus oraciones.

Mi plan es continuar con el tratamiento hasta el día en que me cure totalmente de la LMC porque creo totalmente que, muy pronto, descubrirán una cura para estas terribles enfermedades. Mientras tanto, vivo y disfruto día a día con unas ganas inmensas de vivir a lado de mis seres más queridos.

Gracias a todas las hermosas personas que me han acompañado a lo largo de este año pues no ha sido un camino fácil, ha estado lleno de obstáculos pero en compañía de ustedes ha sido más fácil andarlo. Muchas gracias también a la Fundación Josep Carreras pues desde el inicio de mi enfermedad mi esposa me mostró su página web y desde entonces conozco más la Leucemia Mieloide Crónica y me dio muchísimo animo para seguir adelante.

Por último me permito recalcar que, aunque la LMC es una enfermedad muy grave, me ha permitido valorar de una manera diferente la vida, cada segundo que pasa lo vivo diferente, ¡con más valor!  A diario, sin que se den cuenta, me despierto un momento antes o en medio de la noche y admiro a mis tesoros, mi esposa Mayra y mis hijos Azael y Frida Sofía, y lo disfruto de una manera excepcional.

Gracias familia, médicos y amigos. Gracias Fundación Josep Carreras.

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