Luz
Desde que me diagnosticaron leucemia mieloide aguda en diciembre de 2016, todo se tuvo que hacer muy rápido ya que mis células sufrieron una mutación (FLT3) cosa que minimizaba la esperanza de sobrevivir y necesitaban trasplantarme lo antes posible.
Para esa mutación me trataron con Midostaurin, un medicamento experimental de uso compasivo cedido por la farmacéutica. Mi gran suerte fue que mi hermana pequeña, Laura, era compatible conmigo.
En abril de 2017 me hicieron el ALO-TPH con su donación. Fue un proceso muy duro. Cuando me empezaron a bajar los inmunosupresores, para ver que mis nuevos linfocitos “funcionaban” me aparecieron varios EICH crónicos en varios órganos. Llevo 16 meses tratándome con corticoides para frenar esos rechazos y hoy en día ya estoy bastante recuperada, aunque… aún batallo con los intestinos.
Puedo hacer vida casi normal, teniendo en cuenta que sigo con inmunosupresores, pero poco a voy saliendo. Es una prueba de fuerza y paciencia que pone la vida.
Estoy muy agradecida a la Fundación Josep Carreras, por ser tan #imparables con la investigación. Sin ellos, hoy no podría explicar mi experiencia… ni ver crecer a mi hija.