Maite
Hola a todos, mi nombre es Maite y me diagnosticaron un Linfoma de Hodgkin en grado I el 26 de junio del 2009. Ésta es mi historia:
Todo empezó cuando una noche al quitarme el maquillaje me descubrí un bulto en el cuello, en principio creí que era una contractura ya que unos días antes me había resbalado en la bañera. A la mañana siguiente fui al médico y me dijo que podría ser una contractura, que lo íbamos a observar durante 15 días y si no se iba me mandaría a hacer unas pruebas. En efecto, a los 15 días la "contractura" no se había rebajado, así que me mando a hacer una analítica. Cuando fuimos a por los resultados me dijo que había algo pero que no estaba segura, que podría ser una simple infección, pero que para mayor seguridad me mandaba al otorrino para que me hiciera una ecografía del cuello.
A los pocos días fuimos al otorrino y me hizo una ecografía con punción en el cuello. El día que fuimos a la ecografía, me mandó directamente a hacer un escáner, ante lo cual ya te empiezas a temer lo peor. Después de pruebas y una biopsia para saber de qué se trataba exactamente, se confirmó el peor de los diagnósticos: Linfoma de Hodgkin en grado I. Cuando nos dieron los resultados en la consulta, iba con mis padres y el que hoy es mi marido, sólo le pude preguntar al doctor si eso se curaba. Me miró y me dijo con el tratamiento adecuado se puede curar pero... ahí le corte y le dije que eso es lo que quería saber, que se curaba.
Yo sólo podía pensar que en menos de un año tenía fecha para mi boda, y que yo me casaba el día que había fijado, así que hablamos con la hematóloga y nos dijo que eran seis meses de tratamiento de quimioterapia en principio y que si mi cuerpo respondía al tratamiento no habría problema, pero había que esperar a ver como reaccionaba. Finalmente fueron 4 meses de quimioterapia más radioterapia.
Después de llegar a casa con el diagnóstico y llorar junto a mi pareja como no habíamos llorado nunca, nos miramos y dijimos que de esta salíamos, y que nos casábamos el día previsto. Él me miró y me dijo: "Tú me has metido en este jaleo de la boda" (era un poco reacio a casarse) "y ahora no me dejas solo, así que vamos a vencer."
Y así fue, después de cuatro meses de quimioterapia y dieciocho sesiones de radioterapia, el alíen había desaparecido y, finalmente, el 22 de mayo del 2010 nos dimos el sí quiero e hicimos realidad uno de nuestros sueños: viajar a Nueva York en nuestro viaje de novios. Pero hoy, casi tres años después de terminar el tratamiento, estamos esperando el mejor regalo de todos, que es la llegada en poco más de un mes de nuestra pequeña Emma. Quién nos lo iba a decir el día que nos dieron el diagnóstico.
Así que, a todos los que estén luchando contra esta enfermedad en estos momentos, sólo darles mucho ánimo y decirles que se puede vencer. Hay que luchar hasta el final, somos más y más fuertes, así que mucho ánimo a todos. Y no nos olvidemos de las personas que tenemos al lado, que son las que nos ayudan a ir para arriba y eso que para ellos tampoco es fácil enfrentarse a esta situación, pero sin ellos no sería posible. Por todo ello sólo darle las GRACIAS A TODOS LOS QUE ESTUVIERON A MI LADO EN ESOS MOMENTOS.
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