Paulo Henrique
"Era el año 1988 y justo había acabado la Facultad. En ese momento empecé a buscar un empleo. Tras la celebración de haber encontrado un trabajo, llegó la gran decepción: un examen médico previo a mi admisión detectó que yo tenía leucemia mieloide crónica.
Por aquel entonces, mi hermano y mis tres hermanas se hicieron las pruebas de compatibilidad y, gracias a Dios, Márcia, mi hermana de edad más cercana a la mía, era compatible conmigo.
En esa época yo justo había acabado de leer un libro de un escritor brasileño sobre el Camino de Santiago y, por decirlo de alguna manera, "hablé con Dios". "Señor, ayúdame a recuperarme y, si un día me curo, haré ese camino", dije.
El tiempo pasó. Fue una gran lucha, muchas oraciones, muchas visitas al hospital pero, gracias a Dios, al excelente apoyo que tuve del equipo del Hospital de Clínicas, en São Paulo, y a mi familia, he logrado vencer esa batalla.
Recuerdo que en ese momento siempre me miraba como en un espejo en algunos casos de éxito como el del jugador de la selección brasileña de voleibol, Giba, el del director de cine Héctor Babenco o el del tenor José Carreras. Solía pensar: "vaya, si ellos se han curado, yo también podré hacerlo."
En 2011, trece años después, he podido realizar el sueño que había planeado en 1988. Recientemente, durante el mes de mayo, hice la peregrinación desde Saint Jean Pied de Port, (Francia) hasta Santiago de Compostela: un total de aproximadamente, 800 kilómetros a pie, durante 30 días.
Agradezco inmensamente la ayuda y el apoyo de mi hermana Márcia, a la que llamo "irmãe" *, de todos mis familiares, de todas las personas que han rezado por mí, y de todo el equipo del HC-SP (Hospital de Clínicas de São Paulo). Hoy llevo una vida normal y tengo la costumbre de participar en carreras urbanas, montañismo, etc.
Espero que mi testimonio sea útil para otras personas que están ahora plantando cara a un problema semejante al que yo he tenido. Tened fe en Dios, confiad en vuestros médicos y haced planes para cuando estéis curados. Imaginaros, por ejemplo, haciendo la peregrinación hasta Santiago de Compostela o participando en una carrera de calle como la de San Silvestre. Cuando no llegue el sueño repetid miles de veces: ¡CURADO, FUERTE Y FELIZ! CONFIAD, VOSOTROS TAMBIÉN VÁIS A VENCER!
¡Un fuerte abrazo!"
Paulo Henrique Gonçalves - São Paulo (Brasil)
* "Irmãe" no es un nombre, se trata de un apelativo cariñoso en portugués que une la palabra "irmã" que significa "hermana", con "mãe" que significa "madre".
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