Sergio
En 2013 era un chaval muy activo, trabajaba, entrenaba mucho, tocaba la guitarra en algunas bandas, etc. Sin embargo, para mi sorpresa, de la noche a la mañana, me diagnosticaron una Leucemia linfoblástica aguda, y me ingresaron de forma inmediata para iniciar el tratamiento.
El primer tratamiento de quimioterapia no dio resultado, por lo que hubo que empezar a valorar la opción del trasplante de médula. Los ánimos se vinieron un poco abajo cuando resultó que ninguno de mis dos hermanos era compatible. Sin embargo, algunos días después me dieron la noticia de que había un donante idóneo encontrado por la Fundación, concretamente de Portugal.
El trasplante fue como la seda, aunque hubo serias complicaciones por alguna bacteria multi resistente. La evolución posterior fue muy buena, aunque tuve algún problema de injerto contra huésped.
Actualmente, tres años y medio después, me encuentro muy bien, hago vida normal, trabajo, vuelvo a hacer deporte y en cuanto mi afición a la música, he compuesto, tocado y grabado, con la ayuda de un amigo, un disco, cuya primera canción, “The Ace”, está dedicada a mi donante de médula, que ha sido eso, un as en la manga para superar la enfermedad, y a quien debo la vida.
Por último, comentaros que antes del primer tratamiento me ofrecieron la posibilidad de congelar unas muestras de esperma, ya que el tratamiento podía (como finalmente ha pasado) dejarme estéril. Después de más de tres años de ello, y de forma que parece pura ciencia ficción, estoy esperando mi primer hijo o hija. ¡Si es chica, por motivos obvios, se llamará VICTORIA!
Un saludo,
Sergio